domingo, 2 de diciembre de 2007

De domingo a domingo

Hola, la verdad es que hoy tengo poco que decir, sólo que hay veces que pienso que los niños y niñas, a veces, aprenden a pesar de sus profesores y profesoras... porque anda por ahí suelto cada uno y una... que en vez de enseñar a aprender, enseñan a desaprender.

Bueno ya os dejo no tengo hoy muchas ganas de hablar, la verdad.

Mañana será otro día.

1 comentario:

Lydia dijo...

Mi gran admiración para los profesores. Creo que es una vocación ante y sobre todo... Hace muchos años quise enseñar, allá en mi pais (Quebec), despues de obtener el certificado. Y me dí cuenta de lo que tu dices, y con un solo estudiante que no quisiese aprender ( o que enseñaba a desaprender) yo no podia dar mi clase. Fué espantoso, y me dí cuenta que yo no tenía la vocación y lo dejé.

Entiendo las depresiones de los maestros de escuela, la impotencia, la soledad. Tambien entiendo la belleza de esta vocación, el milagro y la esperanza de enseñar, dar, abrir la mente de los niños.

Un día, dos o tres años más tarde, me encontré dos de estos estudiantes que me hicieron sufrir en mis ¨débuts¨ como maestra. Les dije que fueron ellos que hicieron que yo habia cambiado de profesión. Ellos habian credido, ya no eran aquellos diablillos. Se quedaron muy extrañados. Pero yo les aseguré que yo ahora estaba muy feliz haciendo lo que hacia.

Ser maestro es un reto, sobre todo en estos tiempos.

Un abrazo,